REVISTA TRANSPORTE Y LOGÍSTICA - 04/12/2014
Opinión

A esos exportadores que tan mal nos tratan.

A esos clientes que tan mal nos quieren, que nos llaman caros y sucios.

Pero que tanto piden los camiones cuando les faltan.

 

Nuestros clientes, los cargadores, en la persona del presidente de la Federación Española de exportadores D. Jorge Brotons, pero con la presencia autorizada de grandísimos exportadores como el presidente de Martin Navarro, ANECOOP y otros, se despacharon a gusto con nosotros porque somos muy caros, muy sucios y les hacemos poco competitivos.

 
Nosotros, los del sector del transporte internacional, mayormente frigorífico, resulta que cobramos a 3.500 euros por camión inmerecidamente, somos además muchos y provocamos mucha congestión.

Puestos unos detrás de otros hacemos una cola de 7.000 kilómetros echando 900.000 toneladas de porquería a la atmósfera, eso nos han dicho.

Asombrosa descripción y símil que se buscaron los exportadores el otro día para zarandearnos en bien de sus intereses. Aquí estamos los humildes transportistas, que nos la jugamos con un bien que es tan efímero como un viaje de camión, que no se puede guardar en una cámara frigorífica y mantenerlo unos mesecitos para después dárselo rancio, duro, insípido e inodoro al cliente, cobrándoselo a precio de fuera de temporada. Nuestro humilde servicio no lo podemos guardar y sufrimos todos los días la presión de aquellos que, bien lo saben y que, con solamente dejarnos de lado y no cargarnos ese día nos estropean la semana.

Esperaba de estos buenos señores, representantes de los exportadores, un pelín más de prudencia. Ya sabemos que no contamos nada para ellos, que como decía un colega, aquí mismo,
dan por sentado que los camiones han estado allí toda la vida.

No ha sido así, pero algunos son tan jovencitos que no se acuerdan cuando venían de rodillas, en cruz, porque no había camiones en España y el que los tenía valía más que cien hectáreas de naranjas. Pero cosas de la vida, a nosotros nos han liberalizado, somos muchos y ahora se pitorrean de nosotros.

Un pelín más de humildad les habría venido bien a estos señores, porque aunque seamos muchos, nuestro servicio es vital. Evidencian estos señores, debe de ser por la edad, un grandísimo desconocimiento de en qué se basa hoy en día la exportación y sus negocios, debe de irles tan bien, entre comprar a bajo precio la fruta en el árbol, almacenarla y vendérsela cara a los alemanes o centroeuropeos, que se están olvidando que hoy nuestros clientes en Europa prefieren España, simple y llanamente porque les damos servicio.

Antes había pocas naranjas en el mundo, antes las naranjas salían de pocos sitios, ya no digamos las fresas, las lechugas, los pepinos o los melones. Hoy en día los limones vienen de Argentina, las naranjas de Sudáfrica, las fresas de Marruecos, los melones de Brasil y ya, solo nos falta, que los turcos aneguen el mercado con lechugas. Por tanto, si las grandes cadenas alemanas, francesas, inglesas nos prefieren, es por eso que se llama la logística que les damos.

Señores exportadores, no son por ustedes, que los van a sustituir cualquier día, es por nosotros. Estas grandes cadenas manejan algo que ustedes parece que no lo han oído hablar, que es el tubo logístico. El tubo logístico es esa cadena, bien vista, por el Sr. Brotons, de 7.000 kilómetros de camiones, bueno, pero a lo largo de un año, claro, sí, esa larga cadena de camiones repartiendo producto por Europa son tremendamente flexibles, nunca va a llegar el ferrocarril, ni a parecerse a ella. Por mucho que se empeñen en que la Señora Pastor se gaste el dinero del Estado, que es también nuestro,
en despilfarrarlo en ferrocarriles.

Porque lo que tienen bien claro los señores clientes es que mientras que haya gasoil, camiones y viajes baratos, es que, salvo que el ferrocarril dé cuatro giros mortales, que no los va a dar, o no los va a dar en mucho tiempo, la flexibilidad que tiene el tubo logístico de las mercancías hortofrutícolas españolas es excepcional, es de nota, es lo nunca visto.

Ese tubo logístico que, todos los días igual, tiene 600 o 700 camiones  por ahí funcionando, permite que duerman tranquilos todos esos clientes. Qué falta en Munich fruta, se desvía el camión que iba a Stuttgart. Qué falta fruta en Lille, se desvía el camión que iba a Bruselas. Es así de sencillo, así de barato y así de libre. Proveedores, todos los que uno quiera y a patadas. Precio, pues no debe de ser tan caro cuando el servicio es imbatible.

Sabiendo como lo saben, o como se lo pueden recordar cualquiera de sus directores comerciales, el haber hecho de nuestra fama y honor tales girones el otro día, debería, sencillamente, avergonzarles un pelín. Hablar mal del que te provee con un servicio tan abnegado y sufrido cuando no arriesgado y algunas veces, bastantes, rozando la ilegalidad, por mor de la velocidad con la que ustedes quieren que los productos lleguen al destino es sencillamente un poco misero.

Señores exportadores se les está viendo el plumero, que los que no están a la altura de las circunstancias, de ese enorme mercado de fruta y verdura que hay en Europa y con ello incluimos hasta a Rusia, son ustedes. Cuando recurren a flagelar a sus proveedores en costes, es que no ven que les van a robar la tostada los turcos, egipcios, tunecinos, marroquíes, argelinos, solamente por nombrar los de la ribera mediterránea, deberían hacer acto de contricción y darse cuenta de que lo que necesitan ser, es mucho más competitivos, pero ustedes, ustedes.

Vamos a ver, las flotas de camiones en España, son de las más grandes del mundo, su eficacia comprobada, los camiones de los más limpios, sí, de los más limpios, consumen gasoil, ya consumiremos gas si nos dejan y hasta hidrógeno, si nos dejan también, si no fuésemos la vaca de las ubres de oro pagando impuestos.

Pero ustedes, con esa estructura que tienen, porque, digamos la verdad, la estructura del sector exportador español no es sostenible.

Mejor dicho, se ha estado sosteniendo sobre la explotación del pequeño y mediano agricultor. Y esa explotación no ha dado paso a esa agricultura moderna, como la que hay en California, de grandes extensiones en propiedad, altas producciones y rotaciones. Aquí eso empieza a darse tímidamente, igual es que ustedes no representan, o no quieren ser representados aquellos productores y exportadores que tienen esta filosofía más americana de la producción y no de la compra venta de productos y del mercadeo de los mismos, con un resultado siempre ganador para aquel que comercia con ellos.

Porque reconozcámoslo, hay muchos exportadores de estos de postín, no me refiero a ustedes que son grandes empresarios, pero que circulan sin tener una tahúlla de terreno, con cuatro secretarias y cuatro comerciales y cinco teléfonos se hace la faena. Y eso, señores, no va a ser sostenible, porque si no, esa va a ser, aunque lo haya sido, una industria más rentable que la de hacer agujeros buscando petróleo en la misma Arabia Saudí.

Es por tanto, que al leer la noticia, de su indigestión con nosotros, he acabado más preocupado, pero no por las ofensas, que el que coge ofensa es porque algo guarda, sino porque sencillamente, nosotros somos dependientes de que ustedes sean buenos exportadores. Y lo que han denotado es que como empresarios, empiezan a dejar mucho que desear. Esta campaña está evidenciando una cosa, está siendo rara, a tirones, sin todos los volúmenes del mundo, y uno empieza a preguntarse, con la enorme oportunidad que hay de comerciar, con el follón que se ha montado con el veto ruso, ¿no será que nuestros exportadores se están durmiendo en los laureles y creen que todos los años van a ser jauja?

Porque si esto es así y ustedes están durmiendo, y mañana nos pueden quitar la tostada por los mayores y mejores exportadores hortofrutícolas de Europa, los turcos o los de otros países, pues esperen, paren el carro, que me bajo y me llevo los camiones a Bulgaria.

Por los Transportistas indignados.

Noticia Opinada

REVISTA TRANSPORTE Y LOGÍSTICA - 27/11/2014
 
Los exportadores reclaman el Corredor mediterráneo.

"Un camión nos cuesta 3.500 euros".

"Emiten 900.000 toneladas de CO2"


La Asociación de Empresarios Valencianos, AVE, acusaron ayer a la ministra Pastor de incumplir con Valencia en su compromiso con el Corredor mediterráneo.
Vicente Boluda denunció las repetidas promesas incumplidas por Pastor y dijo que las obras están paradas, el presidente de la Fundación Felix Pastor acusó a Fomento de mentir respecto a la causa de la paralización. Dijo que la actitud de la ministra y del anterior secretario de estado era una "burla".

El presidente de los exportadores, FEPEX, Jorge Brotons, denunció que 400.000 camiones ocupan las carreteras con su co
ste medioambiental, y que sus productos no son competitivos por que les cuesta un camión 3.500 euros. El estudio de AVE revela que el corredor rebajaría los costes un 20%.


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