REVISTA TRANSCAMION - 22/02/2018
El problema de los muy bajos salarios en el transporte por carretera.
Por qué CC.OO dice que Mazo paga poco.
La presión de Mercadona.
La evidencia de que nuestros conductores de camión están muy mal pagados está cayendo sobre el sector, desencadenando la ofensiva sindical. Hay una serie de factores que incluso ni los propios empresarios aciertan a exhibir a su favor ante el ataque sindical. Las patronales de transporte mantienen un perfil bajo, nadie quiere significarse, divididas entre deslocalizados y nacionales, ahora que les toca la cera a los nacionales nadie se defiende. Y hay causa para ello pero para eso el empresario que lo haga tiene que tener un expediente de primera, y como hemos construido un sector de complicidades embarradas por los aprovechamientos mutuos. Nadie se defiende. Se necesita una catarsis alguien que diga la verdad. Ni incluso se alega la presión de tenders y abusos de los cargadores, o es que Mercadona no sabe lo que hace "su" transportista.
La cuestión es que hemos entrado en un círculo vicioso de bajos sueldos falta de vocaciones. Y ahora vienen los sindicatos a dar la puntilla.
Si no se pone orden las empresas españolas con el modelo anterior están acabadas, las más grandes todavía, pero la aplicación de una serie de exigencias de convenio acabará con muchas.
El que una empresa emblemática como Transportes Mazo tenga un conflicto con una parte de sus conductores, los que se están jubilando y por tanto al marcharse y ver tras 30 años que les queda una pensión mínima, ya no tienen problema para demandar es significativo. Pero no es la única empresa ni en la que esté pasando lo más grave. El sindicato WhatsApp, el sindicato de las redes sociales que ya no confía ni en CC.OO ni mucho menos en UGT, es al que le importan poco los comités de empresa domesticados, promete aumentar la presión sobre muchas otras empresas y está obligando a CC.OO a reaccionar y hacerse más virulenta.
Incluso el favorable convenio de transporte de Murcia que consagraba una práctica en esa región que ahora la Inspección de Trabajo ha prohibido como el pago de los incentivos de kilometraje mediante dietas variables, se ha visto cambiado por unas Comisiones Obreras que se ven presionadas por la realidad de los conductores, de las bases. Hay controversia hasta dentro de los sindicatos.
La realidad de los conductores y por eso no los hay es que están cobrando poco. No se encuentran para andar por Europa 25 días trabajando sin volver a casa. Sin volver y sin dormir en una cama decente ni comer caliente. Porque las dietas que se supone que tendrían que cobrar en algunos casos no las cobran para comer, las cobran como kilometraje, como variable que pierden inmediatamente cuando dejan de hacer ese tipo de transporte.
La realidad es mucho más compleja el tsunami muy grande y el empresariado calla y oculta sus prácticas sin saber defenderse.
Solo una persona, empresario, vio venir la debacle pero lo echaron de los congresos que organizaba. Ahora es el que pone sensatez.
20 años de abusar del transporte por carretera trae esto.
Puede que se este pagando menos a los conductores pero se esta olvidando que los conductores en los años 90 hacían 6.000 kilómetros más al mes, es decir un 40% más sobre los aproximadamente posibles 15.000, pero había veces en el pasado cuando con los famosos certificados de vacaciones, cuando ni se respetaban las 45 ni las 12 ni las 9 se iba a destajo, se hacia 21.000.
Beneficioso para las empresas que ganaban mucho dinero pero también beneficioso para los conductores que lo ganaban y libre de impuestos, de ahí que entonces los conductores podían ganar 3.900 euros y 18 años después ganar 1.000 euros menos con lo que ha subido el nivel de vida. El recibo de la luz del año 98 al de ahora se ha multiplicado por cuatro. Todo el mundo participaba de la fiesta. Los sindicalistas dejaron hacer, miren Murcia y su convenio, y ahora sin pensión claro.
No es el empresario el único que participó de la fiesta, el cargador se ha aprovechado a tope ahora mira a otro lado.
Luego al sector se le ha estado exigiendo cada vez más, muchas más cosas, y todas gratis, que si camiones euro 4, euro 5, euro 6, que el chófer no conduzca más de 9 horas, los descansos, y además encima han estado exigiendo porque lo han exigido los tenders y nadie ha tenido redaños para oponerse, a que cargue, descargue y de remate mueva 700 kilos de palets 20 ó 30 metros como si fuese el triatlón del camionero, pero sobre hombres de 60 años. Y si no te da te vas a Rumania Acotral, le vino a decir Mercadona a su interproveedor de transporte.
Nadie ha hecho nada por el conductor especialmente algunos señoritos que están en las asociaciones comiendo y viajando a costa de las marcas (las mismas a las que luego han denunciado por el cartel)
Antes el conductor ganaba más y además era mejor tratado.
No se les hacia esperar a la intemperie, no se les negaba los baños del almacén, en fin, hemos ido encabronando a los conductores, se les ha reducido el salario y aumentado sus obligaciones, ojo donde aparcas, que no te roben la carga o el gasoil, el tacógrafo, los gendarmes, los compañeros que dan miedo.
La profesión se ha vuelto una jungla. Y el ministerio silbando prometiendo competencia leal y orden, desde 1999. Ni orden ni progreso.
Esos 4 directores generales que pasaron por el Ministerio, deben mirar a la cara al conductor con 40 años al volante y la casi mínima pensión y dolencias de espalda. Son culpables. Y ha habido muchos empresarios que se creyeron lo de liberalización y progreso. Todavía están esperando.
Y ahora rebota y rebota porque además hay una enorme amargura entre los conductores que se jubilan y que después de 30 años de trabajar y de que este Estado mezquino no les haya reconocido una sola enfermedad profesional cuando los pescadores o los estibadores se jubilan con 55 años o antes, pues nuestros conductores se jubilan con 65 años doblados de artrosis y dolores de espalda y nadie les asiste y les queda la mínima pensión aunque hayan estado tirados por las carreteras 25 días al mes.
Aquellos mismos directores generales lo impidieron alguno incluso con sesudos informes. Ahora nadie quiere ser conductor.
Se ha construido un sector basado sobre la reducción de costes del factor trabajo y ahora cuando atacan los sindicatos el empresario asediado no acierta a explicarse como ha llegado aquí.
Más obligaciones, peor salario porque se hacen menos kilómetros por conductor, menos pensión por no cotizar y cobrar en dietas, peligros y exceso de regulaciones hacen la vida imposible al conductor.
Hace tiempo que esto tenía soluciones alguien lleva diciéndolo desde el año 1999, ahora va a costar más enfrentarse a los sindicatos, esta el Sindicato WhatsApp. Hasta los sindicatos habituales han defraudado a los conductores, los ponen a parir, ahora darle un giro es posible pero no con estos mimbres asociativos con credibilidad cero.
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