REVISTA TRANSPORTE Y LOGÍSTICA - 01/12/2016
Opinión de los lectores.

"Tengo experiencia internacional de más de diez años y no tengo más porque las empresas no me contratan".


Opinión de los lectores sobre "Contratar a un conductor de un convenio barato es tanto como echarle gasóleo rojo al camión".

Me están llamando bastante para ir para internacional las empresas para la campaña de navidad, porque claramente hay mucha falta de choferes españoles y ahora no quieren gente de fuera. Algunos de nuestros países europeos se están quedando sin abastecimientos. Conclusión: que yo por 900 euros brutos al mes y 0,7 / 0,10 euros por kilómetro no estoy un mes y medio fuera de mi casa.

Ejemplos muy claros son la provincia de Almería y Murcia. Un español no puede trabajar fuera de su casa por ese dinero y estar un mes y medio fuera haciendo internacional, primero por el sueldo y segundo porque en nuestro pía­s la economía está por encima de muchos paí­ses europeos y en nuestro pía­s no sobrevives con ese dinero.

Aparte ya no hablemos de las dietas que no son las mismas al nacional que al internacional, aunque uno se apañe con lo que lleve en su cabina, uno tiene que sobrevivir e ir al supermercado. Tampoco es barato, al final lo comido por lo servido.  


*ESTA EDITORIAL NO SE RESPONSABILIZA DE LAS DECLARACIONES VERTIDAS POR SUS LECTORES.

NOTICIA OPINADA
30/11/2016



Contratar a un conductor de un convenio barato es tanto como echarle gasóleo rojo al camión.

Y ya contratar a un deslocalizado es echarle gasoil mucho más rojo.

Por el transportista indignado.




Las paradojas de la vida que hacer unas cosas perjudiciales para la sociedad son ilegales y puede acabar uno con penas de cárcel y fuertes multas, y sin embargo, hacer otras igual de perjudiciales conllevan el éxito y el aplauso. La diferencia entre convenios de transporte entre provincias españolas es abismal. Ya no digamos entre un chófer rumano o portugués.

Sin embargo, no hace falta irse muy lejos para encontrar lo que se puede llamar la deslocalización interna más allá de la deslocalización externa. La deslocalización interna es, por ejemplo, cambiar a las chóferes del convenio de Valencia al convenio de Cádiz o al de Almería. Convenios mucho más baratos, que por ejemplo, el de Guipúzcoa que cuesta el triple. Ya no digamos las diferencias entre dietas entre provincias españolas. Puede haber una dieta internacional de 90 euros al día y otra de 45. Así las cosas, el factor trabajo, que es siempre más de un tercio del coste del kilómetro rodado, puede salir en un sitio un 30% más barato que en otro dentro de la Península Ibérica.

Es como titulo, la misma diferencia que hay entre echarle gasóleo rojo, que por supuesto es ilegal, y echarle gasóleo normal a la tractora. Es lo mismo ahorrarse el 30% en el sueldo de un conductor por esa vía, que utilizar gasóleo aclarado, limpiado o centrifugado. A usar gasóleo rojo en el camión se le llama delito, a cambiarse de provincia no.

Ya no hablemos de utilizar un chófer de un país del Este o de Portugal, la diferencia está en pagar muchísimo menos por el salario del conductor. Hasta un 50% menos.

La situación es tal, que para una empresa el 30% del coste del kilómetro se puede reducir a la mitad utilizando chóferes deloscalizados, y esto simple y llanamente está en contra de todo sentido común y mantenibilidad del transporte. Las empresas que pagamos chóferes en España no podemos competir en absoluto, cuando el 35 al 38% de nuestro coste está en manos de hacer estas trampas, como cambiarse de provincia o contratar chóferes extranjeros. Así las cosas, se nos hace tremendamente difícil competir, y no por no decir que imposible, además de ser frustrante y desmoralizante.

Los más de 30 convenios que hay en España no tienen la más mínima justificación por cuanto hay veces que son provincias que están contiguas unas a otras donde hay estas grandísimas diferencias en convenio.

Esto solo se explica por el contubernio entre sindicatos y las patronales de esas provincias, que repartiéndose horas sindicales deliberados, y por el interés de mantener esas asociaciones provinciales y esos sindicatos provinciales se siguen negociando a ese nivel.

Las diferencias no sólo son de sueldos base, que ya se ha repartido por activa y por pasiva, que pueden doblarse de una a otra provincia.

El problema es también de los suplementos, en este caso las dietas, en otros casos los kilometrajes o la ausencia de antigüedades.

Hay convenios que no tienen antigüedad y que son una maravilla de su tratamiento de los kilometrajes, como es el de Murcia, que en muy hábil negociación con los sindicatos, mantiene una liberalidad amplísima para pagar los kilometrajes, que en otros lados se pagan con más riesgo a la sombra de las dietas.

Porque no estando claro que se pueda pagar por kilómetro recorrido, cosa que al parecer es ilegal, también es verdad que convenios, que aunque sean provinciales tienen fuerza de ley, que lo permiten más explícitamente que otros y que, además, han resistido la prueba de denuncias ante los tribunales, que han sancionado y dado por buenas esos convenios y esas negociaciones, entre las patronales locales y esos sindicatos.

Lo que se produce es que empresas que están en una provincia no pueden competir lealmente, por no estar a 4 kilómetros asentadas en otra.

Pero cada vez que esto se planta, o se intenta plantear, a nivel nacional, se choca con los intereses creados que no permiten que haya la más mínima discusión que ponga en tela de juicio las estructuras provinciales de sindicatos y patronales.

No se puede llegar ni a un mínimo de acercamiento de dietas, que por lo menos no hiciesen tan diferentes los convenios.

Los que los tienen bajos se defienden diciendo que al fin y al cabo a los chóferes, y sobretodo a los de internacional, les pagan prácticamente lo mismo que los de los convenios más caros, pero es verdad, que todas las otras variables, que entran en las cotizaciones, vacaciones e indemnizaciones, quedan reducidas al ser menos la base de cotización. Esto produce un corrimiento de costes empresariales a la baja, que son tremendamente difíciles de mantener. Pero ya si esto se extrapola a los conductores de países terceros, la situación es todavía mucho más grave porque no solamente se está consiguiendo dos chóferes por el precio de uno español, sino que además no están sometidos a las mismas leyes y privilegios sociales que hay aquí, son más fáciles de despedir, son mucho más temporales, se les dan menos vacaciones, … En fin, una situación que hace que como con el gasóleo unas empresas tengamos que competir con un gasóleo A y otras puedan con ese gasóleo laboral, que para unas ya incluso dentro de España sean un 30% más baratas y ya las de fuera más de un 60%. Así es imposible competir.

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