La polémica y las investigaciones suscitadas por las denuncias de los repartidores de comida de la compañía Deliveroo pueden acabar afectando al transporte por carretera en su conjunto. En un momento en que el nuevo proyecto de reglamento parece que va a hacer más difíficil la vida a los autónomos del transporte, y cuando Hacienda quiere ejecutar para 2018 una bajada en los módulos a los 75.000 euros, la polémica sobre los falsos autónomos en Deliveroo, puede ser el detonante de un movimiento legal más amplio en el mundo del transporte por carretera.
El sector del transporte por carretera tiene en los autónomos un baluarte para su explotación. La legislación con respecto al autónomo por carretera es clara, por cuanto su relación con las empresas es mercantil desde que el estatuto de los trabajadores los excluyó mediante el artículo 1.3g del mismo.
Fruto de la gran crisis que laboralizó a cientos de autónomos en los años 90 en el sector de la paquetería, se llegó a una regulación legal por la cual los titulares de autorizaciones de transporte estaban excluidos de la relación laboral común.
Hay que recordar que esta situación, en lo tocante a los repartidores de paquetes con vehículos de menos de 3.500 kg, se ha puesto en duda varias veces al intentar el Estado eliminar los requisitos de titulación y de necesidad de tener una licencia para funcionar con furgonetas ligeras.
Una vuelta de tuerca más fue la ley del autónomo que creó la figura del Trade, el autónomo dependiente que produjo un movimiento en el sector de las empresas de paquetería rechazando a los autónomos en los vehículos ligeros por cuanto podían considerarse autónomos dependientes si hacían más del 75% de su trabajo con ellos. Esto llevó a que la mayoría de paqueteras buscaran que sus autónomos se configurasen en sociedades limitadas o cooperativas.
Ahora la polémica llega a los vehículos de dos ruedas, tanto las empresas de reparto-paquetería como Glovo o las de reparto de alimentos que quieren repartir paquetes también como Deliveroo.
La polémica ha surgido con las condiciones laborales de los ciclistas de Deliveroo y su situación como falsos autónomos. Los sindicatos de CCOO con un nuevo Secretario General han tomado la bandera para que no haya ningún falso autónomo, según sus palabras. Hasta ahora no habían hecho nada.
Esto puede derivar en que se persiga también la situación de falsos autónomos en el transporte por carretera pesado, es decir, aquellos autónomos que trabajan para una empresa. Incluso podría forzarse un cambio legislativo para que las relaciones como dice Unai Sordo, el nuevo secretario general de CCOO, sean laborales. Es decir, que 27 años después de aquella crisis que llevó a reformar el Estatuto de los Trabajadores, podría iniciarse algún cambio legislativo que todavía pudiese poner más impedimentos a la relación de un autónomo que maneje un tráiler con una empresa de forma regular, y que acabe empujándolos a las fórmulas como las cooperativas.
Por eso es importante toda esta polémica de los ciclistas de Deliveroo y sus condiciones laborales, ya que se está incitando a la inspección de trabajo y a investigar todas las relaciones de falsos autónomos que hay en esa parte del sector, y que puede extenderse al resto de transporte por carretera y transporte pesado, donde los autónomos ya se ven afectados; tanto por un reglamento nuevo de transporte que quiere dejar sin valor sus tarjetas, como una bajada de los módulos que les obligaría a formar sociedades limitadas o centrarse en cooperativas, ya que un tráiler factura más de 75.000 euros al año, y por último esta polémica sobre los falsos autónomos.