Trasmediterranea Cargo es la división de logística terrestre de Acciona y de Trasmediterranea, comprende una flota de casi 400 camiones, prácticamente todos con sus semirremolques frigoríficos, proviene de la antigua flota de Transportes Carrillo, que en su día, cuando se fue a privatizar Trasmediterranea, compró Vicente Boluda a través de un fondo de inversiones y que se deshicieron al final vendiéndoselo a Trasmediterranea. Allí, bajo esas siglas puso todos los activos Trasmediterranea de camiones que se dedican al transporte por carretera.
Trasmediterránea Acciona siempre vivió con la mosca detrás de la oreja de que los transportistas le hicieran un boicot y acabasen con ella. De ahí que quisiera tener su flota propia, de ahí lo que provocó en un circulo vicioso que los transportistas desconfiasen de Trasmediterranea.
De hecho, Acciona, intentó asaltar a Transportes Mazo para comprarlo y le hizo ofertas varias veces al mismo tiempo que hundía los precios del transporte por carretera.
Acciona no lo logró pero potenció Trasmediterranea Cargo que provenía de otros de sus grandes temores que era el empresario José Carrillo que había creado Transportes José Carrillo. Aquel empresario tan independiente y visionario atacó a Trasmediterranea un día pidiendo una licencia para operar un buque mercante, Trasmediterranea era entonces una empresa estatal y José Carrillo, el empresario gaditano, se la jugó. Le dejaron en tierra un poco la naviera inglesa que le iba a fletar el barco pero sobre todo fue la dirección general de la Marina Mercante la que le puso toda suerte de trabas para que desde el Estado se protegiese a Trasmediterranea.
Trasmediterranea ya desde los albores de la democracia ya inició una política tremendamente equivocada de favorecer solamente a unos pequeños grupos de transportistas porque, hay que decir que Trasmediterranea Cargo proviene en el fondo de una empresa que se llamaba Naviera Mallorquina, una filial de Trasmediterranea en la que tenía localizada en el año 80 más de 500 licencias de transporte que en aquel tiempo se otorgaban a los semirremolques y tenía más de 500 semirremolques, bateas que se llamaban en términos marítimos porque eran plataformas normalmente desnudas y que en gran parte de ella se oxidaban en los puertos, pero las tenía Trasmediterranea porque entonces cualquier autónomo podía comprarse una tractora y si el que tenía la carga como era Trasmediterranea tenia una licencia podía tirar de ese semirremolque.
Pero un día cuando llego el cambio de las tarjetas del semirremolque al conjunto completo. Trasmediterranea, en la época socialista, decidió vender aquellas plataformas, de hecho, regaló gran parte de ellas entregándoselas a algunos transportistas para que se hicieran la competencia entre ellos, de ahí tuvo la suerte Transportes Mazo de adquirir muchas y transportistas tan pequeños como Gumersindo Iglesias que dio después pie a la empresa Sildo que hoy conocemos.
Todo aquello lo hacía Trasmediterranea para atacar a su gran bestia negra, ya en tiempos socialistas y con Carlos González Juliá como Consejero Delegado, que era Transportes José Carrillo, de hecho José Carrillo con una grave enfermedad y su hijo impedido no se pudieron defender de aquel ataque y José Carrillo acabó muriendo de múltiples problemas de salud, pero, José Carrillo incluso con varios bypases en el corazón se acordaba con amargura de que sus compañeros transportistas, azuzados por Trasmediterranea, habían desplegado las murmuraciones y noticias falsas que en esos tiempos le daban que había muerto en el quirófano.
Esa es la explicación de que Trasmediterranea haya siempre rotado un poco alrededor de este tema de los camiones en contra de políticas totalmente opuestas como por ejemplo los Grimaldi, que eso si es verdad provenientes de un mercado como el italiano tremendamente fraccionado en autopatronos, nunca se les ha pasado por la cabeza favorecer a unos transportistas frente a otros y operan con todos los que así lo deseen.
Así hemos llegado a nuestros días en que Trasmediterranea acumula esta flota, Armas siempre ha sido contrario a hacer esto y a tener una flota de transporte y aquí está donde aparecen los rumores de que se quedará con esta flota algún transportistas de carretera, y no se sabe si siendo verdad sus intereses o sencillamente porque conviene estratégicamente, Mazo aparece en todas las quinielas como un posible comprador, siempre y cuando la Comisión Nacional de Competencia, que ha empezado a estudiar la venta de Trasmediterranea, no depare otra cosa y obligue a ceder alguna línea como la de Canarias a otro competidor como puede ser Baleària o Grimaldi, y de esta forma también afectar que es lo que se puede hacer con la parte del transporte terrestre.